PRESENTACIÓN

La Biblioteca Alberdi de Punta Alta ha asumido un claro desafío. Un Cine Club es un foro, es decir, un espacio no sólo desde el punto de vista físico, sino desde lo que entraña, un debate, una mesa redonda, una discusión sobre un tema, y en este caso, sobre una obra de arte como es un film. Es una organización socio-cultural, portadora de una dinámica especial para el conocimiento, la educación y la formación no sólo sobre el séptimo arte sino también desde lo humano, si consideramos que la obra fílmica es la consecuencia de una tarea noble sobre una concepción del hombre y del mundo, tal como sucede con la literatura, la poesía o la pintura.

martes, 19 de agosto de 2014

EL CINE CLUB DOS MIRADAS Y EL TEATRO MUSICAL



"A CHORUS LINE"









"A CHORUS LINE", DEL DIRECTOR BRITÁNICO RICHARD ATTENBOROUGH, ES LA PRIMERA PELÍCULA QUE SE PROYECTARÁ EN EL CICLO "LOS GÉNEROS EN EL CINE: LA COMEDIA MUSICAL”  QUE HA ORGANIZADO EL CINE CLUB “DOS MIRADAS” EN LA BIBLIOTECA JUAN B. ALBERDI Y EL AUSPICIO DE SEGUROS RIVADAVIA.

Se proyectará en la Biblioteca Alberdi el sábado 23 de AGOSTO a las 18 hs.



Título original
A Chorus Line
Año
1985
Duración
120 min.
País
Estados Unidos Estados Unidos
Director
Richard Attenborough
Guión
Arnold Schulman (Obra: Michael Bennett)
Música
Canciones: Marvin Hamlisch & Edward Kleban
Fotografía
Ronnie Taylor
Reparto
Michael Douglas, Terrence Mann, Alyson Reed, Audrey Landers, Michael Blevins, Jan Gan Boyd, Yamil Borges
Productora
MGM
Género
Musical | Teatro

Un centenar de bailarines y bailarinas han de realizar unas pruebas en el escenario de un teatro para demostrar si son aptos para la comedia musical que prepara el reputado y estricto Zach. De manera implacable se va desarrollando la selección hasta que solamente queden los elegidos. Entre las candidatas está Cassie, que fue la amante de Zach y que lo dejó para probar suerte en Hollywood. Tan sólo ocho artistas superarán esta despiadada competición. (FILMAFFINITY)

jueves, 14 de agosto de 2014

EL CINE CLUB DOS MIRADAS CONSIDERADO DE INTERÉS LEGISLATIVO












Copia del decreto, con fecha 13 de junio de 2014, por el cual el Concejo Deliberante de Cnel. Rosales, en la ciudad de Punta Alta, decreta de interés legislativo el Cine Club "Dos Miradas" que se desarrolla en las instalaciones de la Biblioteca Juan B. Alberdi.
Este es el texto, en abril de 2012, con el que se fundamentó la creación del Cine Club:

                                    BIBLIOTECA ALBERDI. POR QUÉ UN CINE CLUB

Una breve explicación acerca de lo que es un “Cine Club” merece que nos detengamos en algunos de los aspectos más relevantes de lo que constituye el fenómeno cinematográfico como expresión artística y no mero entretenimiento. La consideración del cine como arte es, a grandes rasgos, el origen del movimiento cineclubista a nivel mundial. Nace el “cineclubismo” como necesidad y como actitud frente a un hecho socio-cultural de extraordinaria expansión y profunda significación durante todo el s. XX. A mediados, y aún antes, de esta centuria y hasta la actualidad, el espectador cinéfilo o no comienza a ver cine con otros ojos, con otra mirada, y se inician los agrupamientos destinados a indagar, bajo la pregunta simple y elemental de ¿cómo se mira un film?, pregunta que encierra toda una postura existencial, y a tratar de deconstruir la obra fílmica con múltiples objetivos estéticos, técnicos, y humanos. El cine que se desarrolla en ciertos países de Europa (Francia, Italia, Alemania, Polonia, Checoeslovaquia, Hungría, Rusia, etc.) en las décadas del 40, 50 y 60 en especial, tratan de escapar de la influencia industrialista y mercantilista del cine norteamericano con un claro predominio universal, salvo las ricas e innovadoras producciones de un grupo de realizadores, muchos de ellos europeos, refugiados como consecuencia de la guerra, e incursionan en el estudio y la producción de un cine conceptual y estéticamente distinto, asentado sobre la concepción del hombre y del mundo del autor más que en su éxito comercial o taquillero, y por añadidura, en el lenguaje del cine, su gramática y su particular semántica. 
Por supuesto, nuestro país, que hizo un cine desde sus inicios, a principios del siglo XX, fundado en la influencia esencialmente norteamericana, y en la década del sesenta, en el francés y en el italiano, dada la extraordinaria movida de los grandes directores de la Nouvelle Vague y del Neorrealismo italiano, no estuvo aparte de esta tendencia, y no sólo realizó producciones bajo esa estética sino que además la cultura argentina, por no decir porteña especialmente, pergeñó obras en el teatro, la pintura, la literatura y el cine, con clara influencia europea. Entre ellas la generación de varios cine clubes, como el “Cine Club Núcleo” y la revista “Tiempo de Cine” de honda significación y ascendiente en los autores y la crítica de nuestro país especialmente.
Ambos, trabajaron meticulosamente sobre el nuevo cine europeo, argentino, de detrás de la cortina de hierro, y en el rescate de ese grupo tan particular de directores norteamericanos, como Jacques Torneur, William Wyler, Frank Capra, Billy Wilder, o Alfred Hitchcock, de origen extranjero, así como los directores rebeldes, y aquellos artesanos que si bien respetaban los códigos hollywoodenses eran verdaderos creadores en el medio.
El Cine Club fue, entonces, una herramienta peculiar y muy propicia para conocer el origen y las características esenciales del lenguaje cinematográfico contribuyendo a valorar mejor el cine que vemos. La apreciación cinematográfica, y el aliento a las posturas críticas frente a la pantalla, se constituyeron en los ejes esenciales de estas instituciones que también fueron generadoras de un periodismo especializado fundado en muchas ocasiones en corrientes filosóficas y lingüísticas que profundizaron en el arte de la confección de guiones y la realización. Sobre esto cabe decir que los mejores críticos y periodistas de cine, y arte en general, surgieron en un alto porcentaje de estos cineclubes.
La Biblioteca Alberdi de Punta Alta ha asumido un claro desafío. Un Cine Club es un foro, es decir, un espacio no sólo desde el punto de vista físico, sino desde lo que entraña un debate, una mesa redonda, una discusión sobre un tema, y en este caso, sobre una obra de arte como es un film. Pero, no es sólo esto, lleva consigo una estructura, una organización, y un sentido institucional que hace que se lo dote de una entidad para su instalación y consecución de los objetivos que le da su razón de ser. Es una organización socio-cultural, portadora de una dinámica especial para el conocimiento, la educación y la formación no sólo sobre el séptimo arte sino también desde lo humano, si consideramos que la obra fílmica es la consecuencia de una tarea noble sobre una concepción del hombre y del mundo, tal como sucede con la literatura, la poesía o la pintura.
Punta Alta tuvo una importante experiencia, en este terreno, que se remonta a finales de la década del cincuenta con la aparición y organización del Cine Club Punta Alta, exhibiéndose el material fílmico en el viejo Cine Colón, para lo cual se contrataba todos los domingos a las diez de la mañana un proyectorista que se encargaba del manejo técnico de la máquina, y con integrantes que un día antes esperaban en la terminal de ómnibus las películas que venían embaladas en bolsas con los correspondientes rollos en sus latas. Así se pudieron apreciar obras del cine ruso, polaco, francés, italiano, sueco, clásicas y contemporáneas, Chaplin y los Hermanos Marx, como Bergman o Godard. Previo al comienzo de la proyección se repartían hojas con críticas extraídas de publicaciones especializadas o bien realizadas por los mismos integrantes del Club. De esta manera nuestra ciudad no estuvo exenta de participar del movimiento cineclubista que a nivel nacional y mundial generaban los distintos movimientos de la crítica y el estudio de este fenómeno, que así escapa a su encasillamiento como entretenimiento o mero fenómeno de masas para enfocarlo en su verdadera dimensión como expresión artística y de profundos contenidos.
Luego, otros modos o prácticas llevaron a tratar de emular ese fenómeno cultural, pero fueron muy efímeros o circunstanciales, sujetos muchas veces al poder político de turno y a la burocracia cultural del momento. Hasta la creación del Club de Ajedrez, a mediados de la década del 80 que, bajo la concepción de la práctica ajedrecística como un arte tanto como un deporte, se inicia otra etapa para ensayar un esbozo de cine debate, que conjuntamente con el Premio Alfil, como hechos culturales, trata de incursionar en la consideración de un cine para el análisis y el estudio crítico de las mejores obras de la cinematografía universal.
Otras instituciones o movimientos, como el 4to. Diálogo del Movimiento Focolares, retoman con mucho esfuerzo y entusiasmo esa concepción, y en el Bar Central se inician foros de cine debate centrados en los valores y las concepciones humanísticas de las películas y sus autores como ejes para la discusión y la elucidación de los mejores fines para promocionar el diálogo entre las distintas creencias alrededor de la imagen y la metáfora fílmica. Toda una cabal experiencia sobre cómo el cine puede ser un interesante vehículo de acercamiento y afinidad entre hombres con distintos juicios y pensamientos.
Por último, ciertos requisitos se deben cumplir para que podamos hablar de un Cine Club. Primero que sea una cabal ayuda a la difusión del cine. Segundo que se logre cierta continuidad en el tiempo. Tercero que se le de una estructura para que se produzca el encuentro entre el espectador y el film, y una organización propicia para su desarrollo y sustento. Y cuarto se proponga la generación de debates, foros, publicaciones, crítica y estudios. Así, se verán cumplidos los objetivos sustanciales que le dieron significación y razón de ser, hacer del film un vehículo apropiado para el estudio del hombre y su obra, nada menos.
Héctor Correa
Punta Alta, abril de 2012


sábado, 2 de agosto de 2014

2001 UNA ODISEA DEL ESPACIO









2001: una odisea del espacio

(algunos apuntes más sobre el cine y la ciencia-ficción)

"2001 es una experiencia no verbal: de dos horas y 19 minutos de película, sólo hay un poco menos de 40 minutos de diálogo. Traté de crear una experiencia visual que trascendiera las limitaciones del lenguaje y penetrara directamente en el subconsciente con su carga emotiva y filosófica. Quise que la película fuera una experiencia intensamente subjetiva que alcanzara al espectador a un nivel interno de conciencia como lo hace la música."
Stanley Kubrick



Título original: 2001: A Space Odyssey
Director: Stanley Kubrick
País: Inglaterra
Año: 1968
Reparto: Keir Dullea, Gary Lockwood, William Sylvester, Daniel Richter, Douglas Rain, Vivian Kubrick, Margaret Tyzack, Robert Beatty, Leonard Rossiter, Sean Sullivan, Bill Weston, Ed Bishop
Duración: 139 min.
Guión: Stanley Kubrick
Música: Richard Strauss, Johann Strauss
Fotografía: Geoffrey Unsworth
Productora/Distribuidora: MGM
Saga: 2001
Premios: David de Donatello, Otros, Baftas, OSCARS
Nominaciones:
Premios: BAFTA a la mejor película, León de Oro 

Más Nominaciones: Oscar a la mejor película, Oscar a la mejor dirección, Oscar al mejor guión original, Globo de Oro a la mejor película - Drama, Oscar al mejor guión adaptado, César a la mejor película extranjera, Premio WGA al Mejor Guión Adaptado, Globo de Oro al mejor director, Premio BAFTA al Mejor Guión, Premio BAFTA - Premio Naciones Unidas, Anexo:BAFTA al mejor guión de película británica, Premio del Sindicato de Directores al Mejor Director, Premio David de Donatello al Mejor Director Extranjero, National Society of Film Critics Award al Mejor Director, Premio WGA al Drama Estadounidense Mejor Escrito, Premio WGA al Mejor Drama Adaptado 

Filmografía de Kubrick:

1999 Eyes Wide Shut (Ojos bien cerrados)
1987 Full Metal Jacket (Nacido para matar)
1980 The Shining (El resplandor)
1975 Barry Lyndon 
1971 A Clockwork Orange (La naranja mecánica)
1968 2001: A Space Odyssey (2001: Odisea del espacio)
1964 Dr. Strangelove or: How I Learned To Stop Worrying And Love The Bomb (Dr. Insólito o: Cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba)
1962 Lolita (Lolita)
1960 Spartacus (Espartaco)
1957 Paths of Glory (Patrulla infernal)
1956 The Killing (Casta de malditos)
1955 Killer's Kiss (El beso del asesino)
1953 Fear and Desire
1953 The Seafarers
1951 Day Of The Fight
1951 Flying Padre


Algunas obras de Arthur C. Clarke:

Perfiles del Futuro
La ciudad y las estrellas
Cita con Rama
El fin de la infancia
2001: Una odisea espacial
2010: Odisea dos
2061: Odisea tres
3001: Odisea final
El Centinela. “The Sentinel”




En el primer capítulo de “2001: Una Odisea espacial”, que tituló Noche Primitiva, exactamente en el Prefacio, Arthur C. Clarke dice lo siguiente y lo transcribimos:

“Tras cada hombre viviente se encuentran treinta fantasmas, pues tal es la proporción numérica con que los muertos superan a los vivos. Desde el alba de los tiempos, aproximadamente cien mil millones de seres humanos han transitado por el planeta Tierra.
Y es en verdad un número interesante, pues por curiosa coincidencia hay aproximadamente cien mil millones de estrellas en nuestro universo local, la Vía Láctea. Así, por cada hombre que jamás ha vivido luce una estrella en ese Universo.
Pero, cada una de las estrellas es un sol, a menudo mucho más brillante y magnífico que la pequeña y cercana a la que denominamos el Sol. Y muchos -quizá la mayoría- de esos soles lejanos tienen planetas circundándolos. Así casi con seguridad hay suelo suficiente en el firmamento para ofrecer a cada miembro de las especies humanas, desde el primer hombre-mono, su propio mundo particular: cielo… o infierno.
No tenemos miedo alguno de conjeturar cuántos de esos cielos e infiernos se encuentran habitados, y con qué clase de criaturas: el más cercano de ellos está a millones de veces más lejos que Marte o Venus, esas metas remotas aún para la próxima generación. Más las barreras de la distancia se están desmoronando, y día llegará en que daremos con nuestros iguales, o nuestros superiores entre las estrellas.
Los hombres han sido lentos en encararse con esta perspectiva; algunos esperan aún que nunca se convertirá en realidad. No bastante, aumenta el número de los que preguntan: ¿Por qué no han acontecido ya tales encuentros, puesto que nosotros mismos estamos a punto de aventurarnos en el espacio?
¿Por qué no, en efecto? Sólo hay una posible respuesta a esta razonable pregunta. Mas recordad, por favor, que ésta es sólo una obra de ficción.
La verdad, como siempre, será mucho más extraordinaria.”

Claro, para alcanzar un nivel interno de conciencia, como lo pide Kubrick, de tal envergadura y amplitud, necesitaríamos, creo, conocer un poco más cómo piensa este realizador acerca del hombre y del universo en el que vive.
Kubrick no fue un artesano más dentro del mundo cinematográfico de los Estados Unidos. Algunos comentaristas biográficos han observado en él una vital inclinación por la fotografía desde muy joven, y una también vital obsesión por el detalle y la perfección, éste último un rasgo caracterológico que a algunos favorece y a otros no, pero en este caso cada encuadre, cada escena, y cada secuencia de cualquiera de sus obras, reflejan ampliamente esa faz personal, hasta tal punto que se lo considera, junto con Orson Welles (“El ciudadano”), un director supremo, en su país y en el mundo entero.

En el orden formal, por lo expuesto, podemos observar, más, podemos mirar sus films como minuciosos, detallistas y meticulosos trabajos sobre la composición de la imagen, la estructura semántica y las conexiones simbólicas de los objetos, hechos y sucesos que van desarrollándose en el curso de la historia. Y cabe la siguiente reflexión acerca de esto. Un claro y transparente objetivo guía su narrativa, no sólo en este film, sino en todos sus films. Ha hecho cine policial negro, cine bélico, melodrama, terror, y también ha incursionado en la ironía, cruel y despiadada; ha diseccionado la sociedad, su sociedad, como en “La Naranja Mecánica”, y ha incursionado puntillosamente, casi de manera exquisita, en la historia, como en “Barry Lyndon”, una película preciosista, de un virtuosismo obsesivo sin duda; y ha utilizado la ciencia-ficción como un instrumento propicio para la exposición de sus profundas preocupaciones sobre la humanidad; pero toda su obra destila una coherencia ideológica y formal que lo ubica en el plano de los grandes creadores cinematográficos.

La música, las primeras imágenes, casi un preludio conceptual de la película, la nave espacial transitando la inmensidad del espacio, el viaje en la Discovery de los dos tripulantes tratando de develar los misterios de la misión, la enigmática computadora HAL 9000, verdadera máquina, macabra y perversa, en la que confluyen miedos míticos, ancestrales, y el homínido temor a lo desconocido y lo ignorado, más la colosal transformación, luego de traspasar las puertas del infinito, constituyen verdaderas parábolas, alegorías y metafóricas aproximaciones a la esencialidad del hombre, concentrado en la feroz carrera por la manipulación desenfrenada de una ciencia y una tecnología que a veces le depara misterios horribles e incontrolables.

De todas maneras, podemos vislumbrar dos formas, producto de dos concepciones de encarar estos temas y estas revelaciones. Por un lado, la de Clarke, centrada en la dilucidación científica de los destinos y los derroteros del homo sapiens; y la de Kubrick asentada en la violencia y la agresividad del uso indebido y desmesurado de esa ciencia, violencia que no es más que la consecuencia de la propia evolución, y que, parece haber surgido antes y en los albores de la aparición del hombre. Ya, en “El Centinela” Clarke hacía emerger el elemento desconocido, el objeto que por último terminó siendo el nudo, el hilo, el ente que cruza toda la historia de 2001, que transita por todo su desarrollo y que permanece y acompaña hasta el infinito esta saga. El tótem, como receptáculo y guardián de la vida del hombre primitivo, y la loza o monolito alrededor del cual giran curiosos los primates, y que a su vez marca las distintas etapas evolutivas de la humanidad, no son más que los signos de una presencia que más allá del hombre y de su nivel de desarrollo tecnológico en el fondo aún está vigilado, aún está custodiado y aún debe ser observado por algo superior. Luego en “El fin de la infancia” (2000) vuelve a volcar esta idea, ya un tanto mística y decadente.

Kubrick desarrolla este pensamiento pero desde otro ángulo, su filmografía así lo demuestra, y su último guión, concluido por Spielberg, “Inteligencia artificial”, nos muestra un hombre casi dominado y sujeto a un afán de controlar aspectos esenciales de la vida no tanto por su complejidad como por lo polémico. Se trata ni más ni menos de crear vida artificial (robots) inteligente y con sentimientos. Una parábola escéptica, desesperanzadora de la ciencia y sus consecuencias.

El tema de la loza (monolito), sus connotaciones totémicas, es seguido por otro tema aún más conflictivo y fatal, el descontrol y rebelión de la computadora que, no sólo centraliza el control automático de la nave Descubrimiento, sino que contiene el fin, el objeto, y la finalidad de la misión. El último tripulante que queda con vida al fin logra desconectarla y todo salta al final y última etapa del viaje. Un viaje que, como su título lo indica nos remite a Ulises, a la Odisea, cuya misión, tal como el pensamiento mítico lo concibe, es un retorno a los confines del hombre y su universo, como es considerado en esos tiempos y dentro de los límites que el hombre del s. X a.d.C era capaz de transitar. Comparar a Homero con esta obra de Clarke y Kubrick es quizá uno de los desafíos más apasionantes para el estudioso del cine y la literatura. Y ver el recorrido final sobre paisajes ignotos y deslumbrantes como el desplazamiento de la conciencia hacia lo infinito, es introducirse en las grandes obras del hombre en las letras desde Cervantes, Proust, Joyce, Faulkner, hasta las fantásticas incursiones de Borges con su permanente y continuo choque contra la esencialidad de la palabra como instrumento para explicar el paso del hombre por este mundo. El tropo, el giro, la imagen y la metáfora, encuentran su verdadero ámbito, esta vez transformados en cine, en luz, de la mano de Kubrick ¿Qué otra cosa puede ser entonces la losa negra que se yergue y domina el ser y el destino?

El conflicto de HAL 9000 con la tripulación, un conflicto trágico, por supuesto, es la concepción más tortuosa que Kubrick tiene del desarrollo científico del hombre. El avance tecnológico, su manejo descontrolado, produce violencia. Más, esa tecnología es usada para generar más violencia. La sociedad está impregnada de esta impronta ético-moral, la literatura universal la ha señalado permanentemente desde las primeras luchas por el dominio y el poder del fuego en la mitología, pasando por “Frankentein” de  Mary Shelley, “El Extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde” de Robert Louis Stevenson, las obras de Herbert George Wells o ‘Un mundo feliz’, de Aldous Huxley. Los creadores, la literatura y el cine se han encargado de advertir y percibir, más que denunciar, los extraños derroteros que el avance de la tecnología y la ciencia está incursionando.

El final de esta historia es un bebé navegando en el espacio infinito. Saquemos la conclusiones que obtengamos, miremos estas imágenes desde cualquier punto, siempre vamos a conseguir múltiples lecturas sobre la vida, su evolución y las inciertas consecuencias que podemos dejar de considerar.

Héctor Correa

Punta Alta, junio de 2009